miércoles, 22 de diciembre de 2010

Confundiendo las estrellas con satélites...


Desde abajo de los árboles miramos el cielo, confundiendo las estrellas con satélites, estamos aquí esta noche.
Si a todos les importara y nadie llorara. Si todos amaran y nadie mintiera. Si todos compartieran y se tragaran su orgullo. Entonces veríamos el día en que nadie moriría. Ten esta flor te la regalo...

Porque cuando mi alma se encuentra cansada & tengo suficientes problemas como para no darme cuenta de que estoy viva & que no importa nada más que eso & mi corazón lleno se va cargando, haciéndome permanecer inmóvil, es cuando te espero en silencio, porque sé que vas a llegar tarde o temprano a sentarte a mi lado. Provocando una elevación que me hace ser capaz de pararme entre las montañas más inmensas de toda la tierra, que me hace caminar entre los mares más tormentosos y bosques más tenebrosos que hacen que el alma de cualquier ser humano se confunda. Sin embargo, sí, tú, cada tarde, cada día, en cada hora & cada espera me elevas en tus hombros, para ser más de lo que soy en estos momentos, porque tengo claro que aunque las puertas de esta cárcel demoren años en abrir tarde o temprano lo harán porque todo lo que sube tiene que bajar, y si, yo tomo de tu mano & aunque de pronto estas cuatro paredes en que está aprisionado mi ser me asusten, yo te sigo gritando, porque quiero saber realmente que es ser la última esperando, que me enseñes la diferencia entre el bien y el mal para mostrarte de esa manera que es lo que puedo ser realmente. Dilo por mi, dímelo, y te juro que dejaré esta vida atrás, dime una vez más por favor que vale la pena salvarme, porque a veces creo que las puertas del cielo no abrirán para mí, y mis alas rotas me hacen caer, aún así te sigo viendo, por favor deprisa, me estoy cayendo.