jueves, 5 de agosto de 2010


¿Es a caso lluvia?, estoy atrapada sin un lugar donde correr, ¿Estoy loca?, adolorida, sin nadie, lloro para que me salven, sin embargo estoy tan lejos, nadie viene, y no encuentro un lugar, un camino para llegar a un hogar, un camino a casa...¿Puedo llegar sola?...

Lluvia, si, lluvia, camino a través de la lluvia, me levanto por mi misma, porque soy capaz, porque puedo reparar con suficiente fortaleza todo tipo de daño, ¿Estoy asustada?, no lo sé,me apreto contra mi fé, no me atrevo a rendirme...¿Me aseguras levantarme sana y salva? Sí, lo aseguro... Solo presiona firme contra tu fé, así es como encuentro lo que necesito para prevalecer...Invierno, vientecito,Mientras la sombra se mantenga y la lluvia sople, los vientos y mares sigan su curso, no me asustaré, porque aunque digan que no, no debo dudar, me levanto en alto una vez más...

Un atardecer con las flores del otoño que se arrastran casi por inercia de la inestabilidad emocional que cada uno de nosotros puede sentir, a cada momento, incluso minuto, a mi me gusta ver como oscurece porque todo el recuerdo y la niebla que cristaliza los recuerdos se va esfumando lentamente es un comenzar obstuso que la vida interpone en el camino.

Un despertar, forjador de cáracter, instinto, manías, una vasija repleta de agua que corre por la vía de una vida y un tren que no se ha ido aún, y al que le espera un largo camino que recorrer, ya casi sin retorno, pero esta vez para ver todo lo que pueda acaecer en aquel vagon de mi viejo tren.