Porque si en algún momento miran lo que yo hay un abismo...un café y una canción bastaron para traer a mi mente los más escondidos recuerdos que habitan en mi inconsciente personal y que se ocultan frente a nuevas emociones en un viaje que resulto ser más largo de lo que pensé en algún momento. Mis ojos y yo hemos crecido juntos, buscando un lugar que no existe más, entre mil mañanas frescas, y mil atardeceres, llenos de sonrisas que suelen regalar luz. He visto tantas caras en todo este tiempo inconciliable, que se han marchado fugazmente, tal vez en un viaje que siempre quisieron así, refugiándose de alguna manera u otra en un manto de soledad, respirando un mar desconocido en las olas silenciosas de un verano de ciudad. Hoy mirando mi sombra repleta de melancolía me doy cuenta de como he hecho brillar el sol para que el invierno se vaya...Sí, he caminado por las calles percibiendo el viento, sintiendo un peso de intimidad y fragilidad. Silencio, porque después del silencio y por el camino de estos jardines en los que nadie viene, sé que no estoy yo sola, encuentro cada día un lugar en el cielo, porque hoy más que nunca mi corazón late, encontrando amor, y más amor, simplemente soy solo una pequeña, en este mar lleno de gente en el mundo, pero no dejo el anden, ni lo haré nunca, porque somos nadie sin un matiz de fantasía, frágiles, débiles, felices, con estrellas que no vemos pero que dan sentido al cielo, el viento se hace presente y sopla más fuerte, no me sorprende, cada día corro por los prados verdes, regalando mucho tiempo a la ingenuidad. Hoy, tengo la íntima certeza de quien soy y tal vez algún día, le robe un pedacito al pasado, pero aún no es tiempo, porque estoy en proceso de ponerle color al cielo, por el que un día será y por el que todavía no camino... No tendré miedo de volar bien alto, hoy diseño el arco más grande, pintando cada sendero de las flores que caen sobre las ramas, y sé que los senderos me van a guiar, si yo no tengo el coraje, ¿Quién más?, porque cada día que amanece es un desafío... y yo hoy enfrento tomar las decisiones mas allá del sueño inmerso de mis escritos, el sentido puedo reconocer de hoy y de mi rostro, fiándome de un pasado que llene de ingenuidad, de quien va del estupor hacia otra edad, porque cuando creo verlo poco claro, busco dentro el pensamiento más sincero, veo en un espejo el cielo y la geografía de mi camino, Soy yo, vuelvo a ser yo, porque he aprendido a hacerme compañía, dentro de mi sé que soy capaz de engañar a la melancolía...Una y otra vez, repito una blasfemia, una poesía, bella como nunca yo me ví jamás y como nunca escuche más, codo a codo a mi destino escrito por las líneas de la mano. El tornado que me tira a un lado soy tan solo yo, tengo la esperanza de que al fin pasó. El defecto es la experiencia que aún no hay, pero ya no me disgusta, eso no me asusta, soy yo, vuelvo a ser yo, una vez más. Vista fija al horizonte, al asfalto dejo mi semblante.
Tengo claro que un escrito no puede cambiar nuestras vida, pero siempre me planto porque sigo esta búsqueda infinita que es lo que me mueve por dentro a escribir una y otra vez para que sea mejor mañana, porque mañana seguiré en el camino. Me encanta mirar más allá, y entre más rápido y cuanto antes mi gran verdad de la buena gente que no vende el alma inútilmente me revitaliza con un manto, donde sueño, saltando el foso, una vez más, alargando el paso, llegando a un mundo que creo con todos los colores, tan especial, sí, especial como soñé alguna vez.